Quiero abrir ésta entrada con una afirmación: la artesanía no es cara, yo diría que resulta muy económica, ya que al no tener
intermediarios el producto no encarece, pero no sólo por eso, sino porque
además, los artesanos, tendemos a dar un precio por debajo de su valor a
nuestros productos, lo estamos infravalorando, al no tener en cuenta una serie
de factores que conjugan el precio. Además resulta que estamos haciendo algo
que nos encanta, por lo que al no costarnos trabajo hacerlo ya le estamos
quitando valor a nuestra hora de trabajo.
Curiosamente, he leído, recientemente en varios perfiles un
artículo sobre cual debe ser el precio de los artículos que hacemos a mano, y para
ello se desarrolla la siguiente fórmula:
Coste de los
Materiales + Horas de Trabajo + Gastos + Beneficio =
Precio Mayorista. Precio Mayorista x 2 = Precio de
venta al público.
A simple vista no parece difícil, ya que todos entendemos
los conceptos de los componentes de la fórmula, pero una cosa es entenderlo y
otra poder aplicarlo. Yo todavía estoy reponiéndome del susto.
Si intentas obtener el precio de venta utilizando esta
fórmula recurda que tienes que tener en cuenta todos los costes. Yo nunca tengo en cuenta lo que me cuesta la
bolsita en la que presento mis piezas, los hilos que utilizo para coser mis
broches, el pegamento, … Pues resulta que todo esto también son costes de
materiales, no sólo las telas, las fornituras, el fimo o cualquier otro
material, las cosas pequeñas también son costes.
Y lo mismo sucede con los gastos, es decir, la luz, los materiales de oficina (papelería,
cartuchos impresoras), las tarjetas de visita, el mantenimiento de la web, la
factura del teléfono, el combustible, parquímetro…
También hay que tener en cuenta que el inmovilizado se
consume o se deteriora (máquina de coser, laminadora,…) y hay que reponerlo,
por lo que tendríamos que destinar una parte en provisionar ese inmovilizado.
¿Qué beneficio
quiero obtener? No sólo tenemos que pensar en un sueldo, también tenemos que
pensar en que las empresas buscan obtener beneficios y, resulta que los artesanos, somos
empresas, pequeñas en su mayoría, pero empresas, por lo tanto susceptibles de
obtener beneficios para que luego podamos reinvertir o destinarlos a unas vacaciones
extras.
Así es que ya sólo con esto, os aseguro que sin hacer
números me da que estoy regalando mi trabajo. Eso sin llegar a la segunda
parte, el precio de venta al público.
Yo me quedo en el precio mayorista, no se me ocurre incrementarlo en un 100%,
me parecería un abuso, porque yo soy al mismo tiempo mayorista y minorista.
Pero ¿que tendría que ser? SEGURO.
Bueno pues visto esto os dejo ahora una calculadora para que
sepáis a cómo debería de cobrar la hora de trabajo un artesano:
También está la versión de multiplicar por tres el coste de
los materiales que se usan en la creación de una pieza, de manera que una de
las partes cubra el coste de los materiales, otra parte sería la que cubriría
los gastos y la tercera sería el beneficio. Y la idea no es mala, pero no se
adapta a todos los productos, ya que puede que alguno con coste bajo lleve
aparejado muchas horas de trabajo, y lo que sucedería es que estaríamos regalando
nuestras horas de trabajo, como sería en mi caso las fofuchas, los materiales en su conjunto no resultan caros, pero lleva muchas horas de trabajo, mas de las que te puedes imaginar.
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Fofucha comunión |
Ahora bien, cierto es que cada uno pone el precio que le da
la gana a sus creaciones, pero me sienta bastante mal ver los precios casi
regalados, ya que un artesano que se precie de serlo valora su trabajo, aunque
no esté calculando bien el precio (o eso creo). Yo tengo claro que no soy una
ONG, cuando quiero colaborar con una lo hago de forma totalmente desinteresada,
pero mis productos tienen un precio, quizás no el que le correspondería
siguiendo esa fórmula porque para mí el hacer lo que me gusta hace que el
precio final no suba, pero desde luego pretendo que mis productos sean de
calidad, desde las materias primas hasta el último detalle, y por supuesto,
quiero obtener unos ingresos que me permitan seguir haciendo lo que me gusta.
Y para ilustrar lo que os digo os voy a poner un ejemplo. En
el último taller que realicé de fofuchas, salió la conversación del precio de
venta de las fofus. Una de las asistentes conocía a una persona que las hacía a
15 € y las personalizadas a 20 €. Les comenté que yo las vendía a 30 € las
normales y, dependiendo del encargo subían. La mueca que hizo fue muy clara y
entonces le desglosé el precio de los materiales que tenía delante y la
cantidad de horas que le dedico a una muñeca. Las bolas de porexpán que uso no
son las bolas de los bazares chinos, su densidad es mucho mayor y su precio
también sube, las planchas de goma eva tampoco, ni el pegamento y, además, uso telas para vestirlas. Intento
desmarcarme de eso, mis materias primas son de primera y aunque mi hora de
trabajo no sería la de un asalariado, tampoco puedo regalar mi tiempo, por eso
mis fofuchas tienen el precio que tienen.
Espero que te resulte útil y te haya aclarado un poco por qué la artesanía no es cara y, por supuesto tú opinión, que me resultará siempre interesante y me aporta una nueva perspectiva.
Muchísima suerte con tu nuevo blog ;-))
ResponderEliminarMuchas gracias.
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