Este verano tuve una conversación con mi hija mayor a raíz
de una pregunta relacionada con la reproducción sexual, exactamente me preguntó
qué eran los espermatozoides y cómo se hacía para tener hijos.
¿Sorprendida? A mí no me sorprendió ni un poquito.
Así es que me puse manos a la obra y empecé por contarle más
ampliamente en qué consistía tener la “regla”, ya que ese tema lo habíamos
tratado unos meses antes. Aproveché que en Science
habían estudiado el aparato reproductor para partir de ese punto y le fui
contestando sus dudas. La verdad es qué
pensé que me sentiría violenta contestando
a sus preguntas, pero no fue así, la conversación trato de la regla, de
los síntomas premenstruales, de cómo se iría transformando su cuerpo, de que la
menstruación sería algo que conviviría con ella durante 20 ó 25 años, que a partir de ese momento se pueden tener hijos, de las relaciones sexuales, necesarias para tener hijos y por supuesto, de
cómo llegaba ese espermatozoide a fecundar un óvulo, porque curiosamente sabía
que el pene debía introducirse en la vagina, pero no le quedaba claro lo de los
espermatozoides.
Asunto zanjado, tema resuelto, respuestas dadas, pero a mí
me parecía totalmente incongruente que estuviera hablando de sexo con mi hija y
que todavía creyese en el Ratoncito
Pérez, así es que después de dar respuestas a sus preguntas le dije que
puesto que ya era bastante mayor para hablar de estos temas, ahora era yo la
que le tenía que contar algo que sólo saben los mayores:
“el Ratoncito Pérez
es mamá, si, mamá es la que por la
noche recoge tú diente y se lo guarda en una cajita, es la que te deja un
regalo, o la que contesta las notas que
dejas, si el Ratoncito Pérez es
mamá”.
Después de esta confesión me quedaba contarle la historia de
los Reyes Magos, pero ya sería en otro momento, llegó la pequeña y para ella
tiene que existir el Ratoncito Pérez, está deseosa de que se le caiga su primer
diente, tiene preparado su ratoncito
guardadientes desde hace mucho tiempo,
ya que cuando le hice uno a su hermana también le hice uno a ella. Si quieres
hacer uno para tú peque, aquí te dejo un tutorial para que aprendas a hacerlo y si prefieres encargármelo solo tienes que pinchar aquí y decirme si lo quieres en goma eva o fieltro y el color preferido.
Una conversación bastante intensa e interesante, se me hace
mayor mi pequeña princesa. ¿y tú cómo se lo dijiste?, ¿todavía tu peque cree en el Ratoncito Pérez?
Ratón guardadientes |
Oh.... Tiene que ser una mezcla de orgullo y terror ver que se hacen tan mayores.... Jijiji. De verdad que no podemos hacer que sean pequeños otra vez?
ResponderEliminarPues lo has definido estupendamente Beatriz, es una mezcla de orgullo al ver como va creciendo pero me acompaña un terror al camino que queda por recorrer. Crecen muy deprisa, demasiado, como me gustaría ralentizar el tiempo, pero la vida es así.
EliminarSi, van llegado momentos de abordar ciertos temas, y eso nos obliga a dar la primera mirada de nostalgia a aquellos años llenos de inocencia. Cuando desaparecen el Ratoncito Perez y los Reyes Magos aparecen las charlas, las confidencias, las tardes de compras, las peliculas dejan de ser de dibujos animados, empiezan a robarte la ropa (o tu a ella), el humor inteligente durante la cena, los chismes del cole... se abre un mundo distinto y apasionante.
ResponderEliminarLo que quedó atrás lo disfrutamos y lo bebimos hasta el último sorbo, ahora se abre un nuevo universo, que si te das cuenta nos da el mismo miedo que cuando nos entregaron en el paritorio aquel paquetito del que sobresalia una cabecilla con un gorrete blanco y pensamos: "¿Dios mio... seré capaz de sacar a esta criatura adelante?".
¡Y lo hicimos!
Ahora la pregunta que nos hacemos es distinta pero en esencia la misma: "¿Dios mio... seré capaz de lograr que esta criatura se convierta en un adulto feliz?
¡Y lo haremos!
En mi casa, con 15 años ya, sigue viniendo el Ratoncito Perez y he de confesar que a mis 50 años sigo pensando que "aquella noche" yo ví a los Reyes: TE LO JURO!
Paloma, siempre es agradable que alguien que ha pasado por ello te cuente que no es tan malo como parece, es cierto, van cambiando y vamos aprendiendo día a día a adaptarnos a ese cambio, que a mi me parece abismal. Miro hacia atrás y veo el camino andado, pero no puedo evitar pensar en lo que queda hasta que se conviertan en mujeres independientes y felices, ahora ya entramos en una etapa complicada: la adolescencia, como tú dices !Lo haremos!
EliminarOstras, ¿cuántos años tiene tu hija? Mi mayor tiene 9 y cuando he llegado a la frase rosa, he tirado de ratón para subir la pantalla a la velocidad del rayo!!!!, ni le he contado nada, ni pienso todavía. He prohibido las conversaciones sobre los Reyes y Papá Noel en los grupos de la familia de whatsapp porque ellas ya cogen los móviles y leen las conversaciones a sus abuelas. Pienso estirar su ilusión todo lo que pueda, disfrutar de ese mundo mágico junto con el real es fantástico, yo todavía me acuerdo.
ResponderEliminarLos ratoncitos me encantan, yo hice 25 un año para la clase de la pequeña en uno de sus cumpleaños ya todo el mundo le encantaron.
Mónica, eso que estás haciendo tú ahora lo hice yo el año pasado, recuerdo haberlo comentado en mi entorno que quería que siguiera creyendo en los Reyes Magos, por lo menos un año más, ya que sabía que serían sus últimos reyes creyendo en esa magia especial, lo conseguí, pero el entorno no ayuda mucho, hay muchos niños que saben quienes son los Reyes muy pronto, demasiado para mi gusto. Mi hija tiene 10 años y ya sabe que detrás del Ratoncito Pérez, Santa Claus o los Reyes Magos estoy yo.
EliminarYo también hice ratoncitos para un cumple, ¡menudo empacho!.
Yo no tengo hijos, así que ahí no entro. Ahora con mis sobrinos (aunque son muy peques todavía) que tengan la magia y esa ilusión todo lo que puedan. Aunque estas conversaciones llega un momento que tienen que darse. Está claro que se hacen mayores, y además en el cole, seguro, siempre hay niños que lo saben demasiado pronto.
ResponderEliminarPues sí, siempre hay niños que saben las cosas demasiado pronto y es una pena, porque estropean la magia del resto, lamentablemente mas tarde o mas temprano se enteran, ¡se hacen mayores!
EliminarUff. Aunque mis hijos son pequeños y varones, es uno de los temas que más me gustaría hablarles, porque creo que según lo enfoques determinará su vida adulta de pareja. Mira si te digo que aún no le han terminado de salir los de leche al mayor y una amiga me regaló un "loro pirata" de los dientes. Que esconde su diente bajo las alas, lo digo por si te sirve de inspiración para niños.
ResponderEliminarPorque viendo lo bien que se te dan los ratoncitos seguro que el resto de animales será igual de bonito.
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EliminarMuchas gracias Celia por tu aportación, tomo nota para convertir uno de mis peluches en un loro pirata, aunque no sea un loro guardadientes, jiji. En cuanto al tema del sexo creo que se plantea cuando están preparados y resulta fácil y cómodo de abordar, quizás también porque ahora estamos mejor preparad@s que nuestros padres. Un saludo.
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ResponderEliminarOoohhh qué momentos más tiernos entre madre e hija, madurando juntas. Yo todavía no tengo hijos, pero recuerdo cuando mi madre me lo confesó, fue todo en el mismo momento, ratoncito, reyes magos... y bueno, como en el cole ya se escuchaban rumores, lo recuerdo con una sensación de "algo sabía" jejeje. Las etapas de la vida, que todas tienen su encanto...
ResponderEliminarEs cierto, llega una edad en la que ya estás preparad@ para enfrentar determinadas cosas y no te sorprende tanto, vamos afrontando etapas, una detrás de otra y ahora comienza la preadolescencia.
EliminarEs cierto, llega una edad en la que ya estás preparad@ para enfrentar determinadas cosas y no te sorprende tanto, vamos afrontando etapas, una detrás de otra y ahora comienza la preadolescencia.
EliminarYo descubrí a mis padres una noche de Reyes Magos sacando los juguetes del armario....Mis amigas del cole me lo habían dicho pero yo me resistía a creerlo. Me ha encantado siempre la magia, aún disfruto con un "mago" o con una película de ciencia ficción. Tenía 9 años, y la mayor de dos hermanas más pequeñas que yo. Mis padres ese día, me explicaron que ya era mayor y por eso los había visto. Pero que guardara el secreto para que mis hermanas siguieran viviendo la magia de la navidad, y les ayudé a beber los vasos de leche que habíamos dejado por la noche en la cocina para los camellos, y me comí uno de los mantecados de los Reyes Magos. Durante mucho tiempo guardé el secreto. Y ahora con mis hijos pequeños disfruto como una enana porque sé cuanto de importante fue para mi vivir todo ese mundo. Creo que disfrutar de la magia también es importante. Así como de explicarle con naturalidad cuando se termina. Aunque claro, eso no quita que no vayas a seguir disfrutando del momento mágico el resto de tu vida. Yo sigo viendo magia en muchos sitios aún ;) Me encantó tu post.
ResponderEliminarPues sobre este tema estoy preparando una entrada, ya que hace relativamente poco también se enteró de esa otra verdad, una verdad que creo me dolió mas a mi que a ella. Pero no te voy a adelantar nada, por que esa, es otra historia.
EliminarPues sobre este tema estoy preparando una entrada, ya que hace relativamente poco también se enteró de esa otra verdad, una verdad que creo me dolió mas a mi que a ella. Pero no te voy a adelantar nada, por que esa, es otra historia.
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