miércoles, 18 de diciembre de 2013

El Precio de la Artesanía

Quiero abrir ésta entrada con una afirmación: la artesanía no es cara, yo diría que resulta muy económica, ya que al no tener intermediarios el producto no encarece, pero no sólo por eso, sino porque además, los artesanos, tendemos a dar un precio por debajo de su valor a nuestros productos, lo estamos infravalorando, al no tener en cuenta una serie de factores que conjugan el precio. Además resulta que estamos haciendo algo que nos encanta, por lo que al no costarnos trabajo hacerlo ya le estamos quitando valor a nuestra hora de trabajo.

Curiosamente, he leído, recientemente en varios perfiles un artículo sobre cual debe ser el precio de los artículos que hacemos a mano, y para ello se desarrolla la siguiente fórmula:

Coste de los Materiales + Horas de Trabajo + Gastos + Beneficio = Precio Mayorista. Precio Mayorista x 2 = Precio de venta al público.

A simple vista no parece difícil, ya que todos entendemos los conceptos de los componentes de la fórmula, pero una cosa es entenderlo y otra poder aplicarlo. Yo todavía estoy reponiéndome del susto.

Si intentas obtener el precio de venta utilizando esta fórmula recurda que tienes que tener en cuenta todos los costes. Yo nunca tengo en cuenta lo que me cuesta la bolsita en la que presento mis piezas, los hilos que utilizo para coser mis broches, el pegamento, … Pues resulta que todo esto también son costes de materiales, no sólo las telas, las fornituras, el fimo o cualquier otro material, las cosas pequeñas también son costes.

Y lo mismo sucede con los gastos, es decir, la luz, los materiales de oficina (papelería, cartuchos impresoras), las tarjetas de visita, el mantenimiento de la web, la factura del teléfono, el combustible, parquímetro…

También hay que tener en cuenta que el inmovilizado se consume o se deteriora (máquina de coser, laminadora,…) y hay que reponerlo, por lo que tendríamos que destinar una parte en provisionar ese inmovilizado.

¿Qué beneficio quiero obtener? No sólo tenemos que pensar en un sueldo, también tenemos que pensar en que las empresas buscan obtener beneficios y, resulta que los artesanos, somos empresas, pequeñas en su mayoría, pero empresas, por lo tanto susceptibles de obtener beneficios para que luego podamos reinvertir o destinarlos a unas vacaciones extras.

Así es que ya sólo con esto, os aseguro que sin hacer números me da que estoy regalando mi trabajo. Eso sin llegar a la segunda parte, el precio de venta al público. Yo me quedo en el precio mayorista, no se me ocurre incrementarlo en un 100%, me parecería un abuso, porque yo soy al mismo tiempo mayorista y minorista. Pero ¿que tendría que ser? SEGURO.

Bueno pues visto esto os dejo ahora una calculadora para que sepáis a cómo debería de cobrar la hora de trabajo un artesano:

                               http://www.calculadorafreelance.com/

También está la versión de multiplicar por tres el coste de los materiales que se usan en la creación de una pieza, de manera que una de las partes cubra el coste de los materiales, otra parte sería la que cubriría los gastos y la tercera sería el beneficio. Y la idea no es mala, pero no se adapta a todos los productos, ya que puede que alguno con coste bajo lleve aparejado muchas horas de trabajo, y lo que sucedería es que estaríamos regalando nuestras horas de trabajo, como sería en mi caso las fofuchas, los materiales en su conjunto no resultan caros, pero lleva muchas horas de trabajo, mas de las que te puedes imaginar.

Fofucha comunión

Ahora bien, cierto es que cada uno pone el precio que le da la gana a sus creaciones, pero me sienta bastante mal ver los precios casi regalados, ya que un artesano que se precie de serlo valora su trabajo, aunque no esté calculando bien el precio (o eso creo). Yo tengo claro que no soy una ONG, cuando quiero colaborar con una lo hago de forma totalmente desinteresada, pero mis productos tienen un precio, quizás no el que le correspondería siguiendo esa fórmula porque para mí el hacer lo que me gusta hace que el precio final no suba, pero desde luego pretendo que mis productos sean de calidad, desde las materias primas hasta el último detalle, y por supuesto, quiero obtener unos ingresos que me permitan seguir haciendo lo que me gusta.

Y para ilustrar lo que os digo os voy a poner un ejemplo. En el último taller que realicé de fofuchas, salió la conversación del precio de venta de las fofus. Una de las asistentes conocía a una persona que las hacía a 15 € y las personalizadas a 20 €. Les comenté que yo las vendía a 30 € las normales y, dependiendo del encargo subían. La mueca que hizo fue muy clara y entonces le desglosé el precio de los materiales que tenía delante y la cantidad de horas que le dedico a una muñeca. Las bolas de porexpán que uso no son las bolas de los bazares chinos, su densidad es mucho mayor y su precio también sube, las planchas de goma eva tampoco, ni el pegamento y, además, uso telas para vestirlas. Intento desmarcarme de eso, mis materias primas son de primera y aunque mi hora de trabajo no sería la de un asalariado, tampoco puedo regalar mi tiempo, por eso mis fofuchas tienen el precio que tienen.

Espero que te resulte útil y te haya aclarado un poco por qué la artesanía no es cara y,  por supuesto tú opinión, que me resultará siempre interesante y me aporta una nueva perspectiva.



2 comentarios:

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